El martes arrancó con una buena decisión de la prefeitura de pedir a la gente que no salga de sus casas, que no vaya al trabajo, escuela, etc. Sólo que los gringos como yo, que no tenemos televisión no nos enteramos. Así que salí y después de esperar una hora el colectivo porque no pasaban, llegué al trabajo. En el trabajo sólo estaba la mujer que limpia, el dueño y yo. Me volví y por suerte encontré un colectivo rápido.

Como siempre en estas catástrofes, los más pobres llevan la peor parte. Viviendo en lugares precarios, sufrieron las consecuencias. La gran mayoría de los muertos son pobre, habitantes de favelas que se desmoronaron. La más terrible fue una favela de Niteroi, la ciudad vecina al otro lado de la bahía de Guanabara. Esta favela fue construída sobre un basural, lo que hizo aún más inestable el terreno.

Tengo dos compañeros de trabajo que viven en islas, en una laguna. El agua subió tanto que no podían ni salir de la casa, por suerte a ninguno de ellos le entró el agua. Uno no podía ni pisar el agua porque estaba electrificada, y el otro porque tenía miedo de eso mismo. El basurero dejó de pasar obviamente y todo el mundo en la isla con la basura dentro de casa. Los bichos de la isla también estaban buscando un nuevo refugio, así que veían gambás, ratas, de todo.
La lluvia duró hasta ayer viernes, hoy amenazó a llover de nuevo pero no llovió por suerte. El mar esta muy agitado, como nunca. Las olas llegan a subir al calçadão (veredón) de copacabana y los únicos que se meten al mar son los surfers que están en la panacea, nunca Rio tiene estas olas. A la izquierda tienen la tapa del 'O Globo' de hoy sábado.
Bueno gente, estamos bien, sólo un poco embolados de tanta lluvia. Realmente nos apenamos por los que perdieron la vida, y sus casas.
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