El fútbol es así...

Qué garrón!

Nos juntamos en lo de Ramiro a ver la final con Brasil, y que garrón... Nos les voy a comentar el partido, seguramente lo vieron. Les puedo contar que ellos estaban totalmente preparados para la derrota. Tenían un miedo bárbaro, pero en el juego se vio algo totalmente distinto de lo que brasileños y argentinos pensábamos.
En el laburo estiveram de sacanagem comigo (me gastaron) toda la semana. Pero son tan ratas que todavía no compraron la camiseta brasileña que tengo que usar una semana.
Encima en los panamericanos les está yendo muy bien, hasta nos ganaron la final al handball. Qué va a ser, ser Argentino es un tango.

El sábado antes del partido nos juntamos todos en la playa Leme, que es la que queda cerca de casa, al lado de Copacaban. Fer todavía estaba acá. Corrio el fulbito, donde Alejandro fue acusado de golpear a los colombianos. Ambos quedaron tendidos en el suelo por las intervenciones del Rosarino.

FOTOS

Fernanda salio para Argentina el domingo a la misma hora del partido. Me contó que un brasilero le decia que ibamos a perder 3-0, y la puta que lo pario tuvo razón. Fer está con uds, visitando amigos, flia, y comiendo todo lo que no hay acá o mejor dicho que en Argentina es mejor, helados, chocolates, asados.

Que vaina!

Como ya les había comentado, Roberth alias el colombiano, está viviendo en casa hasta terminar de arreglar el tema de alquiler de su depto. Esta semana que pasó vino de visita una pareja de Colombianos amigos de Roberth, Juan Carlos y "La Flaca". Ambos están estudiando en Argentina, Córdoba.
Se están quedando en casa y la estamos pasando muy bien. Salimos todos los días, fuimos a ver voley de playa, futbol. El único problema es que nos acostamos siempre tarde y yo al otro día tengo que levantarme temprano para trabajar. El viernes ya no pude salir porque no daba mas. Ellos se fueron a la Lapa, el barrio de la joda en Rio de Janeiro.

En el peregrinar de nuestras derrotas, el sábado fuimos a ver Argentina - Colombia al fútbol. La derrota no fue en el marcador, sino en el todo. La cancha quedaba allá donde judas perdió el poncho. Lejos de verdad. Primero tuve que juntar los pedazos de cada uno de los que iba, todos habían salido la noche anterior y estaban destruidos. Los colombianos, más Alejandro y Federico.
Tomamos el metrô, después el tren en "Central do Brasil" (O "Estacion Central", para los que vieron la película), luego un colectivo, para completar más de dos horas y media de viaje desde el sur de rio hacia el oeste pasando por el centro.
Casualmente el oeste de Rio es muy similar al oeste del Gran Buenos Aires. Estaciones de tren con mucha gente, miles de vendedores, dentro del tren todos gritando su producto al mismo tiempo, negocios con música a todo volúmen, con la diferencia que en vez de ser cumbia, son ritmos tipicos brasileros, movidos, con letras religiosas.

Llegamos para el segundo tiempo, y menos mal. Un partido horrible, nadie hacia nada, ni argentinos ni colombianos, además la cancha estaba un desastre y la pelota parecía de cemento. Un cero a cero clavado y muy aburrido. Nos perdimos todo el dia de playa por esto!? fue el pensamiento general.

La soledad

El domingo, los colombianos se fueron para isla grande. Así que me quedé sólo, haciendo rehabilitación de todo el cansancio acumulado en la semana. Me fui al parque de Flamengo a ver las carreras de marcha. Un día espléndido, mucho calor, más de 30 grados. En la prueba masculina competía un argentino, en la primer vuelta pasó primero y ahí me hice notar alentando al compatriota. Terminó la carrera último, cómodo, pero al menos terminó y no deje de alentarlo en cada vuelta.


Muy seguros...

Por los panamericanos la ciudad está llena de PM (Policia Militar). Andan con esos fusiles gigantes por todos lados. A veces pasan en auto, con los fusiles hacia afuera porque no entran en el auto o para intimidar, y la verdad meten miedo.
Además uno se pone a pensar, no sería mejor que me roben absolutamente todo, antes que uno de esos PM empiece a disparar en la multitud con semejante arma?
Según Ramiro no están para cuidar a la gente de los robos, sino que están cuidando la propiedad privada de los panamericanos.